Perseguida durante el régimen de Pedro Eugenio Aramburu por sus simpatías hacia el peronismo, Gadé huye de su Argentina natal para afincarse en Madrid. Viaje de novios (León Klimovsky, 1956), marca su debut en el cine español y la empareja con Fernando Fernán-Gómez, con quien, además de compartir protagonismo en una serie de exitosas comedias a las órdenes de Pedro Lazaga, inició una relación sentimental conformando un binomio creativo director-actriz. La colaboración entre actriz y cineasta alumbró otros largometrajes que adaptaban a la gran pantalla comedias teatrales de éxito. Personificación del ideal femenino del desarrollismo, los personajes que Gadé encarnó en su carrera en España podrían resultar fácilmente intercambiables entre sí, pues parecen cortados por similar patrón: aspiran de manera exclusiva y obsesiva al matrimonio.
La vida por delante (Fernando Fernán-Gómez, 1958)
Las melancólicas (Rafael Moreno Alba, 1971)
A partir de la década de los sesenta los personajes interpretados por Gadé incorporan una sensualidad más abierta. Los atributos anatómicos de la actriz pasan a ser activamente utilizados en las narrativas como una reivindicación de la representación del deseo femenino en pantalla.
“si te contratan de guapa pues tienes que tratar de sacar el mayor partido de tu belleza. Lo que pasa es que la desgracia de esto es que te encasillen en eso”
Analía Gadé en una entrevista en “La noche del cine Español” de Fernando Méndez Leite, RTVE (1985).
La ensoñación: La vida por delante (Fernando Fernán-Gómez, 1958)
La ensoñación: Sólo para hombres (Fernando Fernán-Gómez, 1960)
El cuerpo seductor: La vil seducción (José María Forqué, 1968)
El cuerpo seductor: El monumento (José María Forqué, 1970)
*Este texto incorpora y resume contenidos del capitulo “Analía-Gadé: Metamorfosis cinematográficas del deseo femenino” de Rubén Higueras Flores, del libro El deseo femenino en el cine Español (1939-1975). Arquetipos y actrices. (Madrid: Cátedra, 2022), publicado en el marco de este mismo proyecto de investigación.